Thursday, October 27, 2005

Why must one always talk? Often one shouldn't talk but live in silence. The more one talks the less words mean.

texto sacado de aquí, que como es tan perfecto paso a un cut & paste rápido porque no hay más que añadir - si lo toco lo rompo- :


"Cómo empezó el romance de Anna Karina y Jean-Luc Godard.

Karina recuerda mucho del rodaje de Le petit soldat en su aspecto visual, pero nada más. Tolmatchoff (novio por aquel entonces de Anna y director de fotografía de la película), por su parte, recuerda que Godard llevaba al cine a Anna y luego le enseñaba a él las entradas en cuyo reverso había escrito: "Anna, te amo". Pero al parecer el mensaje nunca fue entregado a la destinataria. En mitad del rodaje, Tolmatchoff invitó a todo el equipo a cenar en Lausana. El novio de Anna estaba a la cabecera de la mesa, con Godard a su izquierda y Anna a su derecha, mirándose ambos. Mediada la cena y con gran intercambio de miradas, Anna sintió que una mano tomaba la suya por debajo de la mesa y le ponía algo en la palma. Con su novio a su lado, no podía mirar qué era, y mucho antes de que lo hiciera, Godard se puso en pie y dijo que se iba.
Apenas Godard se hubo marchado, Anna corrió a la habitación contigua, impaciente por ver qué le había dado. El trozo de papel decía: "Te amo. Te espero en el Café de la Paix a medianoche." Pero su novio había corrido tras ella y le arrancó el papel de la mano:
-No irás.
-Sí, iré.
-No conoces a ese tipo.
-Pero le amo.








Regresaron al estudio juntos y Anna metió todas sus pertenencias en una maletita de cartón que la había acompañado desde Copenhague. El novio, llorando, se esforzaba en disuadirla, pero Anna estaba más que decidida.
En la café, Godard aguardaba leyendo el periódico, Anna se sentó frente a él y esperó una eternidad hasta que bajó el periódico.
-Así que estás aquí -Un golpe-. Pues vámomos.
Mientras caminaban, Godard hablaba de Mozart.
A la mañana siguiente, Anna despertó y se encontró sola, pero Jean-Luc no tardó en regresar con unas rosas y el vestido blanco que ella debía llevar en la película. Como dice Anna, "rosas y un vestido blanco; algo parecido a una boda".
Durante el resto del rodaje fueron inseparables. Cuando acabó, Godard condujo de vuelta a París a ella, a Laszlo Szabo y a Michel Subor. Todos llevaban gafas oscuras y los pararon en la frontera. Cuando llegaron a París, Godard preguntó:
-¿Dónde te dejo?
-No puedes dejarme -replicó Anna-. Sólo te tengo a ti en el mundo.








En el caso de Godard, la historia es de celos desgarradores; en el de Karina, de soledad desesperada. Karina, tan hermosa como un amanecer y "desesperada en busca de amor", sonreía a todo el mundo. Godard, obsesionado por el cine, pasaba el tiempo en los Cahiers o decía que iba a por cigarrillos y volvía tres semanas después. Para Anna, la imagen es la espera, sola en un apartamento junto a un teléfono en una época anterior a los contestadores automáticos, sacudida por la ansiedad de perderse la llamada crucial. La única manera de saber dónde estuvo -Nueva York: "Fui a ver a Faulkner"; Roma: "Fui a ver a Rosellini" -era mirar el envoltorio de los regalos que le había traído. Para Jean-Luc, la imagen adecuada es probablemente El desprecio; una hermosa mujer deja de amar a un hombre que la sacrifica a su trabajo. Se rumorea que Coutard ha descrito la película como la tarjeta postal más cara que un hombre ha enviado nunca a su mujer".







#listen to: anna karina -- the death of anna karina


Current mood: stomachache, terror fringe...

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